No es lo mismo un tubérculo que un bulbo, aunque los dos son tallos subterráneos. Cuando hablamos de un tubérculo o de un bulbo, hablamos de esta parte específica de la planta herbácea -que clasificamos como nivel secundario- y no de la hierba en sí -que es de nivel primario-. Además, estos pueden ser cultivados o silvestres, cosa que nos conduce a más especificaciones sobre el tipo de producto… Y así con todos y cada uno de los productos no elaborados que existen.
Podéis intuir que la cantidad de información con la que se trabaja en elBulliLab es increíble. Roza la locura, pero solo la roza. No entra de lleno en ella gracias al equipo de diseño de elBulliLab, del que tengo el honor de formar parte. Ahora mismo, trabajo en la web de seaurching de productos no elaborados, en la que se podrá visualizar la información clasificada de infinidad de productos. La primera y mayor clasificación va a ser por mundos: mundo de las plantas, de los animales, de los microorganismos, aguas y por último, de los minerales.
Cabe destacar que no se trata de una web donde Introduzcas una palabra –por ejemplo, el nombre de una planta- y la búsqueda te lleve a unos resultados. No. Se trata de una web donde la clasificación y el proceso de descubrir va a resultar educativo para el usuario, y gracias a este, va a poder situarse dentro de este gran árbol que se ramifica y comprenderlo mejor.
Desde el ámbito del diseño, uno de los proyectos que estamos llevando a cabo es la creación de pictogramas, para mejorar la experiencia del usuario en el momento de la visualización y comprensión de la clasificación de los datos. Estos pictogramas permitirán identificar cada uno de los productos de los que se va a hablar. Nuestro objetivo es sintetizar toda la información que los clasifica y presentarla en un pequeño cuadrado, visualizando así grandes cantidades de información en pocos segundos.
Así, sea lo que sea, bulbo, tubérculo, cultivado o silvestre, tendrá su pictograma particular, generando una gran base de datos visual que quiere ayudar a que comprendamos un poco mejor el contexto en el que se desarrolla la gastronomía y quizá, en un futuro, el mundo en el que vivimos.