¿Multidisciplinariedad? No, que va…

¿Multidisciplinariedad? No, que va…

Una de las mayores ambiciones que tiene Ferran Adrià con elBulliLab es volver a cambiar el mundo. Ya lo hizo en el campo de la gastronomía con su restaurante –que cerró las puertas en 2011 para dejar paso a la trepidante aventura de elBullifoundation– y ahora, ni corto ni perezoso, lo quiere volver a hacer. No ya haciendo magia con alimentos, jugando con técnicas ni experimentando con nuevas tecnologías, sino dando un vuelta de tuerca al universo de las pymes, al sector educativo o al ecosistema emprendedor. Para ello, cuenta con el apoyo de Telefónica que, gracias al programa de becas Talentum, le ha dado la posibilidad de trabajar con 10 jóvenes talentos provenientes de muy diversas disciplinas –en otras palabras, nosotros– para apoyarlo en la consecución de sus más que ambiciosos objetivos. Y en estas nos encontramos, dando el callo, con una mentalidad completamente opuesta a la que teníamos cuando llegamos aquí, listos para aportar nuestro granito de arena. Y es que este es un proyecto de largo recorrido, una carrera de fondo en la que nosotros deberemos pasar el testigo a la siguiente hornada de alocados y apasionados jóvenes que estén dispuestos a asumir este reto. Quizás lleguemos a colocar la primera piedra o quizás solo los cimientos. Pero estamos seguros que cuando pasen unos años y veamos que el trabajo realizado empieza a tener resultados, diremos orgullosos que fuimos los primeros en tirarnos de cabeza a una piscina sin apenas agua. Pero… ¿Y qué estamos haciendo exactamente? ¿En qué “fregados” estamos metidos? Vamos a intentar desgranarlo todo un poco y haceros un breve resumen de todo...
Poner orden a través de Sapiens

Poner orden a través de Sapiens

En esta nueva aventura de Ferran Adrià, uno de sus objetivos primordiales es el de la eficiencia. Para ser eficientes, es imprescindible que haya organización. Por ejemplo, si queremos buscar una pantalones naranjas dentro de nuestro armario, ¿cómo va a ser más fácil encontrarlos: con todas las prendas mezcladas o con todas las prendas clasificadas según el tipo de prenda? Creo que la respuesta es clara, ¿verdad?. Por lo tanto, pensar que para ser eficiente es importantísima la organización es un hecho incuestionable. De alguna manera, pues, este es el origen de la metodología SAPIENS. Nuestra función en elBulliLab se centra en las nuevas tecnologías; por lo tanto, busquemos un símil a las prendas de ropa en el mundo digital. ¿Se os ocurre alguno? ¿Estáis pensando el mismo que estoy pensando yo? Probablemente, sí. O no. ¿Quién sabe? Dejémonos de rodeos: estaba pensando en los archivos digitales. Actualmente, pequeñas, medianas y grandes empresas generan un volumen extraordinario de documentos a diario. Pero la pregunta mágica en este escenario es: ¿y qué hacemos con todos estos documentos? Es irrebatible que en algún momento cualquier empresa o individual necesitará recuperar algún documento que elaboró en el pasado. Por lo tanto, es primordial almacenar estos documentos. Pero no los deberemos almacenar de cualquier manera, porque si lo hacemos, corremos el riesgo que cuando queramos recuperar algún documento nos perdamos en un almacén digital en el cual ni siquiera podemos entrar y que esta búsqueda acabe convirtiéndose en una misión interminablemente imposible. Y es que en elBulliLab, la situación no es nada diferente. Somos más de sesenta personas cada día generando una cantidad...
La organización como clave de la eficiencia

La organización como clave de la eficiencia

Los cocineros de elBulli han estado creando recetas y experimentado con todo tipo de cosas nuevas durante más de 20 años. A lo largo de todo este periodo, este trabajo de investigación y creación ha generado multitud de documentos que se debían almacenar en un mismo sitio. En este sentido, el hecho de tener tantísimos documentos hacía que no fuera nada fácil encontrar lo que uno buscaba si la organización no era la reina de la fiesta. Sólo si podíamos acceder a la información rápidamente y verla de distintas maneras, seríamos capaces de comprender mejor el trabajo que hacíamos para así poder alimentar nuestra creatividad. Uno de los secretos del éxito del restaurante de Cala Montjoi fue la importancia que le dieron a la eficiencia: su máxima no era otra que “siendo eficientes podemos hacer más cosas en menos tiempo”. Y no les funcionó mal, que digamos. Por eso, en elBulliLab se ha querido continuar la misma línea de actuación y, a día de hoy, existe la obsesión de encontrar la mejor manera de organizar el archivo existente para poder hacer que sea lo mas eficiente posible. En un primer momento, desde Talentum elBulliLab intentamos imaginar cómo debía ser el archivo ideal sin vernos limitados por los sistemas de archivos ya existentes. Tras mucho reflexionar, llegamos a la conclusión que debíamos diferenciar entre el “cómo se visualizan a los archivos” y el “cómo se guardan los archivos”. Esto es, por un lado teníamos que poder ver el archivo según diferentes criterios (fecha, tipo de archivo, proyecto al que pertenece, departamento…) y, por otro, teníamos que tener en cuenta que...
¿Qué hace Ferran Adrià tras cerrar el restaurante el Bulli?

¿Qué hace Ferran Adrià tras cerrar el restaurante el Bulli?

Nunca llegaré a descubrir, al cien por cien, qué está haciendo Ferran Adrià tras cerrar el cinco veces mejor restaurante del mundo, el Bulli. Y es que no hay una respuesta concreta, ni dos, ni tres. Ferran dice que quiere volver a cambiar el mundo y trabaja cada día, junto a un equipo de sesenta personas, en elBulliLab. Yo soy una pieza de ese equipo. ¿Pero qué es elBulliLab? Es una nave industrial en plena ciudad de Barcelona, en la falda de la montaña de Montjuïc y al lado de la Plaza España. Es un gran espacio diáfano, lleno de paneles de porexpan con papeles pegados. Eso está muy bien. ¿Pero para qué sirve todo esto? Esa es la pregunta del millón e incluso a los propios trabajadores de elBulliLab les cuesta explicarlo. En este espacio no hay cocina. Eso es, Ferran Adrià ha puesto en marcha un proyecto en el que no hay alimentos, por lo menos físicamente. De hecho, ni siquiera se puede comer mientras se trabaja y los empleados se traen el tupperware de casa. Así pues, cuando le cuento a alguien que trabajo con Ferran Adrià, la pregunta está clara: “¡Anda! Pues te darán bien de comer, ¿no?”. Pues no, no me dan de comer. El silencio y la concentración reinan en el lugar y la única voz que se oye, a todas horas, es la del cocinero, hoy convertido en jefe de sala de algo muy distinto a lo que acostumbraba a hacer en el Bulli. Hoy dirige a historiadores, ingenieros, periodistas, informáticos o diseñadores gráficos. Pero… ¿qué hace un periodista, un historiador o...