¿Aceptamos «innovación» como animal de compañía?

¿Aceptamos «innovación» como animal de compañía?

Actualmente, utilizamos la palabra “innovación” prácticamente como si se tratara de un comodín. Es  un término que queda muy bien, así que, casi sin darnos cuenta, lo insertamos en cualquier momento en el que queremos otorgar relevancia a nuestras palabras. Y aunque sería fantástico que todo pudiera ser innovador, la realidad es que si todo lo fuera, nada lo sería. Entonces, ¿cuándo podemos hablar realmente de innovación? ¿Qué es aquello que puede ser calificado de innovador? Según la Real Academia Española, “innovar” es “mudar o alterar algo, introduciendo novedades” o “volver algo a su anterior estado”. El segundo significado es muy interesante. En un primer momento, nos puede parecer completamente opuesto a lo que entendemos normalmente por innovar,  pero la realidad es que la innovación está completamente relacionada con los antecedentes de aquello sobre lo que queremos innovar. De hecho, Ferran Adrià siempre dice que si no investigas, si no profundizas en los orígenes y la evolución de aquello sobre lo que quieres innovar, puede que vuelvas a inventar la pólvora. Innovar es un proceso muy complejo, en el que se debe empezar por hacer un análisis exhaustivo de todo lo que ya existe, ver su funcionamiento, cómo ha evolucionado, así como estudiar los problemas y las oportunidades en las que basaremos la novedad. Para llevar esto a cabo de la manera más eficiente, en elBulliLab se está desarrollando una metodología de trabajo que pretende reorganizarlo todo: Sapiens. Sapiens parte, precisamente, del problema de que la desorganización y la gran abundancia de información que encontramos en relación al mundo de la gastronomía entorpece la innovación en este campo. Por...
¿Multidisciplinariedad? No, que va…

¿Multidisciplinariedad? No, que va…

Una de las mayores ambiciones que tiene Ferran Adrià con elBulliLab es volver a cambiar el mundo. Ya lo hizo en el campo de la gastronomía con su restaurante –que cerró las puertas en 2011 para dejar paso a la trepidante aventura de elBullifoundation– y ahora, ni corto ni perezoso, lo quiere volver a hacer. No ya haciendo magia con alimentos, jugando con técnicas ni experimentando con nuevas tecnologías, sino dando un vuelta de tuerca al universo de las pymes, al sector educativo o al ecosistema emprendedor. Para ello, cuenta con el apoyo de Telefónica que, gracias al programa de becas Talentum, le ha dado la posibilidad de trabajar con 10 jóvenes talentos provenientes de muy diversas disciplinas –en otras palabras, nosotros– para apoyarlo en la consecución de sus más que ambiciosos objetivos. Y en estas nos encontramos, dando el callo, con una mentalidad completamente opuesta a la que teníamos cuando llegamos aquí, listos para aportar nuestro granito de arena. Y es que este es un proyecto de largo recorrido, una carrera de fondo en la que nosotros deberemos pasar el testigo a la siguiente hornada de alocados y apasionados jóvenes que estén dispuestos a asumir este reto. Quizás lleguemos a colocar la primera piedra o quizás solo los cimientos. Pero estamos seguros que cuando pasen unos años y veamos que el trabajo realizado empieza a tener resultados, diremos orgullosos que fuimos los primeros en tirarnos de cabeza a una piscina sin apenas agua. Pero… ¿Y qué estamos haciendo exactamente? ¿En qué “fregados” estamos metidos? Vamos a intentar desgranarlo todo un poco y haceros un breve resumen de todo...