¿Multidisciplinariedad? No, que va…

¿Multidisciplinariedad? No, que va…

Una de las mayores ambiciones que tiene Ferran Adrià con elBulliLab es volver a cambiar el mundo. Ya lo hizo en el campo de la gastronomía con su restaurante –que cerró las puertas en 2011 para dejar paso a la trepidante aventura de elBullifoundation– y ahora, ni corto ni perezoso, lo quiere volver a hacer. No ya haciendo magia con alimentos, jugando con técnicas ni experimentando con nuevas tecnologías, sino dando un vuelta de tuerca al universo de las pymes, al sector educativo o al ecosistema emprendedor. Para ello, cuenta con el apoyo de Telefónica que, gracias al programa de becas Talentum, le ha dado la posibilidad de trabajar con 10 jóvenes talentos provenientes de muy diversas disciplinas –en otras palabras, nosotros– para apoyarlo en la consecución de sus más que ambiciosos objetivos. Y en estas nos encontramos, dando el callo, con una mentalidad completamente opuesta a la que teníamos cuando llegamos aquí, listos para aportar nuestro granito de arena. Y es que este es un proyecto de largo recorrido, una carrera de fondo en la que nosotros deberemos pasar el testigo a la siguiente hornada de alocados y apasionados jóvenes que estén dispuestos a asumir este reto. Quizás lleguemos a colocar la primera piedra o quizás solo los cimientos. Pero estamos seguros que cuando pasen unos años y veamos que el trabajo realizado empieza a tener resultados, diremos orgullosos que fuimos los primeros en tirarnos de cabeza a una piscina sin apenas agua. Pero… ¿Y qué estamos haciendo exactamente? ¿En qué “fregados” estamos metidos? Vamos a intentar desgranarlo todo un poco y haceros un breve resumen de todo...
¿Dónde está mi canción?

¿Dónde está mi canción?

¿Dónde está esa canción que guardé hace tanto tiempo en una playlist de Spotify? ¿Dónde está ese email al que le puse un tag para clasificarlo? ¿Dónde está ese documento que dejé en alguna carpeta del escritorio? Estas son algunas de las preguntas que me hago constantemente en mi día a día. Y no me engañéis: muchos de vosotros también. Y es que sin saberlo, sin quererlo y sin darnos cuenta, a lo que nos dedicamos de forma constante a lo largo de nuestra vida es a clasificar, ordenar y crear, al fin y al cabo, pequeñas taxonomías que nos permiten encontrar lo que buscamos de manera supuestamente más rápida y eficiente. Y esto no solo pasa en el mundo digital, sino que también nos ocurre en nuestra vida diaria más allá de las pantallas de nuestros dispositivos. Por ejemplo, cuando clasificamos los libros por géneros y alfabéticamente, cuando guardamos cuchillos, tenedores y cucharas por separado o cuando ordenamos la ropa en el armario por colores… Esta lista de cosas se podría alargar hasta el infinito, pero la pregunta que nos debemos hacer es la siguiente: ¿lo estamos haciendo bien? La respuesta es que depende: si lo que queremos es no encontrar, algo entonces sí. Al final, la respuesta suele estar en buscar la canción, el email o el documento en el buscador por palabras clave y, de esta manera, la acabamos encontrando con más o menos esfuerzo. En elBulliLab no queremos que esto nos suceda. Y tampoco queremos que te suceda a ti. Por ello, nos hemos dedicado a estudiar el funcionamiento de los buscadores para saber cómo...
La organización como clave de la eficiencia

La organización como clave de la eficiencia

Los cocineros de elBulli han estado creando recetas y experimentado con todo tipo de cosas nuevas durante más de 20 años. A lo largo de todo este periodo, este trabajo de investigación y creación ha generado multitud de documentos que se debían almacenar en un mismo sitio. En este sentido, el hecho de tener tantísimos documentos hacía que no fuera nada fácil encontrar lo que uno buscaba si la organización no era la reina de la fiesta. Sólo si podíamos acceder a la información rápidamente y verla de distintas maneras, seríamos capaces de comprender mejor el trabajo que hacíamos para así poder alimentar nuestra creatividad. Uno de los secretos del éxito del restaurante de Cala Montjoi fue la importancia que le dieron a la eficiencia: su máxima no era otra que “siendo eficientes podemos hacer más cosas en menos tiempo”. Y no les funcionó mal, que digamos. Por eso, en elBulliLab se ha querido continuar la misma línea de actuación y, a día de hoy, existe la obsesión de encontrar la mejor manera de organizar el archivo existente para poder hacer que sea lo mas eficiente posible. En un primer momento, desde Talentum elBulliLab intentamos imaginar cómo debía ser el archivo ideal sin vernos limitados por los sistemas de archivos ya existentes. Tras mucho reflexionar, llegamos a la conclusión que debíamos diferenciar entre el “cómo se visualizan a los archivos” y el “cómo se guardan los archivos”. Esto es, por un lado teníamos que poder ver el archivo según diferentes criterios (fecha, tipo de archivo, proyecto al que pertenece, departamento…) y, por otro, teníamos que tener en cuenta que...