elBulliLab
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Bajo el leimotiv “comer conocimiento para alimentar la creatividad”, el equipo de elBulliLab trabaja incesantemente en varios proyectos a la vez. Los integrantes de este espacio están capitaneados por Ferran Adrià, que es el primero que llega y el último que se va. Muchos días, ni siquiera se le ve salir a comer cuando todo el mundo disfruta del descanso del mediodía.
De entre los múltiples proyectos que actualmente se están realizando destaca la Bullipedia, que quiere ser una gran enciclopedia sobre gastronomía, hecha desde el punto de vista de los cocineros. Pero no va a ser una enciclopedia especializada más. El reto es enorme: se están produciendo contenidos cada día, distribuidos en cuatro grandes categorías, tal y como explica el ayudante del director de contenidos, Gabriel Bartra: “dividimos las entradas de la Bullipedia en productos, herramientas, elaboración y técnica”.
Están creando un léxico gastronómico que quiere ser el definitivo y convertirse en una referencia internacional. De esa forma, será posible cruzar las cuatro variables y, así, “saber qué se ha hecho con cada producto, pero, sobre todo, qué no se ha hecho”. Y es que lo que realmente despierta la curiosidad a los integrantes de elBulliLab es lo que nunca se ha experimentado.
Para poder cruzar toda esa información, se necesita una gran herramienta digital que lo permita. Aquí entra en juego el equipo de Telefónica I+D, formado por cuatro expertos en nuevas tecnologías que trabajan a diario en elBulliLab.
A pesar de lo dicho, en este laboratorio de ideas se trabaja en proyectos que van más allá de la gastronomía. Ferran Adrià asegura que elBulliLab “quiere ser un modelo para el mundo educativo y de la Investigación y el Desarrollo (I+D) del futuro”.
Con la gastronomía como excusa, en elBulliLab se investiga sobre todas las disciplinas que uno se pueda imaginar. Hay arquitectos, artistas, historiadores, diseñadores gráficos, ingenieros, cocineros, informáticos, periodistas, publicitarios… La mayoría de ellos se dedican a nutrir de contenido la futura Bullipedia, pero, a la vez, van surgiendo nuevos campos a investigar y nuevos horizontes. Por ejemplo, proyectos con el Cirque du Soleil, Disney o Dom Pérignon, que van desde libros de gastronomía y creatividad hasta exposiciones, aplicaciones móviles, páginas web o cursos de formación masivos (MOOC).
Descripción del espacio
Es una nave industrial en plena ciudad de Barcelona, en la falda de la montaña de Montjuïc y al lado de la Plaza España. Un gran espacio diáfano, lleno de paneles de porexpan con papeles pegados y con un equipo de 60 personas trabajando en silencio.
El espacio de elBulliLab es “un lugar de reflexión, estudio y generación de ideas y contenidos para alimentar la creatividad y la innovación”, según lo define Abigail Monells, licenciada en Historia del Arte, gestora cultural y participante en el proyecto desde junio de 2014. Otros empleados de elBulliLab definen el espacio como “una provocación”, “un lugar para investigar cómo investigar”, “un observatorio del mundo gastronómico que se basa en el pasado y se proyecta hacia el futuro” o, sencillamente, “un lugar multidisciplinario”.
¿Pero qué demonios se está haciendo allí dentro? En este espacio no hay cocina. En efecto, Ferran Adrià ha puesto en marcha un proyecto en el que no hay alimentos, por lo menos físicamente. En elBulliLab se está investigando para crear más y mejor, mediante el método Sapiens, que se está desarrollando aquí y se quiere exportar a otras disciplinas, más allá de la gastronomía. Según este método, hay que ir al origen de la cosas para comprenderlas y poder investigar sobre ellas.
Ferran no para de repetir que no se puede investigar sobre gastronomía –ni sobre nada– sin conocer la historia, los antecedentes y en definitiva, sin tener conocimientos del tema sobre el que se va a investigar. Por eso, cuando uno se pasea por elBulliLab, puede ir observando mapas conceptuales sobre la historia de la gastronomía o incluso de la humanidad. También se puede descubrir, en los paneles de porexpan, la historia de elBulli, algo que hasta ahora no se había podido analizar.
