Lo siento: te falta inexperiencia

Lo siento: te falta inexperiencia

Los niños del futuro ya no nacerán con un pan debajo del brazo, sino con un portafolio con el que justificar su experiencia durante los 9 meses que hayan pasado en el vientre de su mamá. Y es que en efecto, una de las palabritas mágicas y más repetidas del sector empresarial hoy en día es el término “experiencia”. Con ella, justifican todas las cosas que vayan a poder perjudicarte: si no te pagan es porque el trabajo te sirve para adquirir experiencia; si no te contratan o te despiden es porque te falta experiencia; si no te dan ni las gracias por tu esfuerzo es porque se la tendrías que haber dado tu a ellos por ofrecerte la oportunidad de ganar experiencia. Experiencia por aquí, experiencia por allá… ¿No os pasa que cuando decís mucho una palabra acaba por perder su sentido? Pues con esta pasó hace ya tiempo. Pero… ¿Os habéis preguntado alguna vez qué es la experiencia y por qué es una cualidad tan bien valorada socialmente? La explicación es que las empresas y el personal de recursos humanos lo ven como un modo de no fracasar en el intento de elegir a sus candidatos ideales: si tienes experiencia es porque has trabajado antes, si has trabajado antes se supone que puedes mostrar y explicar tu trabajo y, de este modo, la empresa puede pensar que sabe si se equivoca o no eligiéndote antes de que hayas podido siquiera parpadear dentro del lugar de trabajo. La paradoja es que cualquier persona que haya cursado unos estudios superiores, sean del tipo que sean, acaba su formación a...
¿Multidisciplinariedad? No, que va…

¿Multidisciplinariedad? No, que va…

Una de las mayores ambiciones que tiene Ferran Adrià con elBulliLab es volver a cambiar el mundo. Ya lo hizo en el campo de la gastronomía con su restaurante –que cerró las puertas en 2011 para dejar paso a la trepidante aventura de elBullifoundation– y ahora, ni corto ni perezoso, lo quiere volver a hacer. No ya haciendo magia con alimentos, jugando con técnicas ni experimentando con nuevas tecnologías, sino dando un vuelta de tuerca al universo de las pymes, al sector educativo o al ecosistema emprendedor. Para ello, cuenta con el apoyo de Telefónica que, gracias al programa de becas Talentum, le ha dado la posibilidad de trabajar con 10 jóvenes talentos provenientes de muy diversas disciplinas –en otras palabras, nosotros– para apoyarlo en la consecución de sus más que ambiciosos objetivos. Y en estas nos encontramos, dando el callo, con una mentalidad completamente opuesta a la que teníamos cuando llegamos aquí, listos para aportar nuestro granito de arena. Y es que este es un proyecto de largo recorrido, una carrera de fondo en la que nosotros deberemos pasar el testigo a la siguiente hornada de alocados y apasionados jóvenes que estén dispuestos a asumir este reto. Quizás lleguemos a colocar la primera piedra o quizás solo los cimientos. Pero estamos seguros que cuando pasen unos años y veamos que el trabajo realizado empieza a tener resultados, diremos orgullosos que fuimos los primeros en tirarnos de cabeza a una piscina sin apenas agua. Pero… ¿Y qué estamos haciendo exactamente? ¿En qué “fregados” estamos metidos? Vamos a intentar desgranarlo todo un poco y haceros un breve resumen de todo...
Y a todo esto, tiene novia

Y a todo esto, tiene novia

Ser parte del equipo de Talentum elBulliLab no es moco de pavo. A la ya de por sí difícil –aunque divertida– tarea que supone el seguimiento diario de todos y cada uno de los proyectos que se desarrollan en este laboratorio de ideas, debemos añadir la vida –tanto profesional como privada– que los integrantes de este prestigioso programa de becas de Telefónica tienen más allá de estas paredes. Al contrario de lo que muchos de los que estáis leyendo esto podéis pensar, todas las personas que formamos este grupo de jóvenes con pasión tenemos muchas obligaciones más allá de poner nuestro talento al servicio del proceso creativo. Ya sea estudiando, trabajando en otro lugar o desarrollando proyectos personales, los miembros del equipo Talentum no ganan ningún trofeo porque les sobren las horas al final del día. Más bien al contrario. Pongamos a Pol como ejemplo, de formación periodista y con 24 años recién cumplidos. En un día normal, se levanta a las siete de mañana, hace 15 minutos de ejercicio, se ducha, desayuna rápido y baja corriendo a la estación para no perder el tren. Del pequeño pueblo de Montgat hasta la inmensidad de la Plaza España, en Barcelona, en un convoy que parece una lata de sardinas en escabeche. A las 8:55h. ya está subiendo la rampa de la calle Mèxic que da acceso a elBulliLab –sí, accedemos por una rampa de parking, no por las escaleras. Hasta en eso somos especiales– para a las 9:00h. ya estar listo para empezar a trabajar. Y es que aquí la puntualidad, igual que un plato en las mesas de elBulli,...
Interrogantes que nos unen

Interrogantes que nos unen

Con esta entrada empezamos a abrir nuestro particular cajón de caos ordenado para que no solo sepáis lo que hacemos, sino también lo que sentimos y lo que opinamos. Empecemos por el principio… ¿Qué hacemos los miembros del equipo Talentum en elBulliLab? Pues precisamente esto: muchas preguntas. Y cuando les damos respuesta, nos las volvemos a preguntar. Al principio, incomoda encontrarse a uno mismo teniendo que estar constantemente preguntándose preguntas y respondiendo respuestas. Pero pronto se convierte en una especie de droga, que te hace depender constantemente de los signos de interrogación. No miento si digo que he utilizado más estas teclas del ordenador en tres meses que en toda una vida. A pesar de que nuestro trabajo no tiene un camino definido y se dirige hacia varias direcciones a la vez, puedo afirmar que todo lo que hacemos siempre gira en torno a una pregunta: ¿cómo se debe crear una startup? Y de esta se derivan una gran cantidad de cuestiones a resolver. No se trata de algo sencillo de contestar, pero, a decir verdad, nada que sea apasionante lo es. Si en un proceso normal esta gran pregunta ya traería consigo una larga lista de cuestiones subyacentes, imaginaos cuán larga se hace cuando trabajas dentro de un sitio como este, con una cabeza pensante como Ferran Adrià y con un equipo de personas que vienen de disciplinas tan diferentes entre sí –como filosofía, gastronomía, historia, diseño, informática…–, mezclando ciencias y letras como nunca antes se había hecho. La multidisciplinariedad es uno de los aspectos que más nos llamó la atención a todos al entrar en este proyecto...