Las vacaciones son para (des)conectar

Las vacaciones son para (des)conectar

Ya ha llegado el mes de agosto –no lo digamos muy alto, pero ¡por fin!– y el equipo Talentum elBulliLab está disfrutando de sus merecidas vacaciones –tenemos a tres baleares en el equipo que no sabéis cómo echaban de menos sus pequeñas islas–. Pero ese no es motivo para dejar de charlar un ratito con vosotros. Y por eso, hoy os vamos a hablar de las cosas que hacemos en vacaciones. Siempre se ha dicho que las vacaciones son para desconectar, pero, a día de hoy, esta afirmación no refleja con mucha exactitud la realidad que vivimos. ¿Desconectar? Bueno, quizá desconectemos el despertador y encendamos mucho menos el ordenador, pero la realidad es que gran parte de nuestro descanso lo destinamos a interactuar con nuestros smartphones y otros juguetitos tecnológicos, que podríamos decir que casi que ya se han convertido en nuestra quinta extremidad. La cuestión es que sea como sea, las vacaciones son para descansar, pero no de la tecnología. De hecho, ahora nos ayuda a descansar y ahorrar tiempo, ya sea encontrando vuelos, hoteles o apartamentos baratos, ofreciéndonos consejos para superar un posible jet lag, recomendándonos las mejores actividades de ocio e incluso avisándonos de que vamos a abrasarnos si seguimos al sol y sin protección solar. Hay pocas cosas que no podamos hacer en vacaciones gracias a la tecnología y al nacimiento incesante de apps que solucionan problemas muy concretos. Y la verdad es que si antes convivíamos con esos problemillas cotidianos, ahora ya no sabemos vivir sin las apps que los hacen desparecer. Lo más imprescindible para las vacaciones no lo llevamos en la maleta,...
Del VHS a la realidad

Del VHS a la realidad

¿Quién me iba a decir a mi, cuando tenía 4 años y estaba embobado en el sofá de mi casa mirando en un televisor pequeño y cuadrado en una cinta VHS “El rey león”, que con 20 años más a mis espaldas estaría trabajando en un proyecto con la principal fábrica de sueños del mundo? ¿Quién me iba a decir a mi, amante de la gastronomía y admirador de Ferran Adrià, que tendría la oportunidad de trabajar codo con codo con el chef que cambió el mundo en un proyecto que pretende fomentar los hábitos de vida saludables de los más pequeños? Imagino que nadie. O quizás mi madre, que siempre ha confiando mucho en mi. La cuestión es que estar en elBulliLab y al lado de uno de los personajes más influyentes de España provoca este tipo de cosas: tener la posibilidad de presenciar una máquina única en el mundo –VolvoxLabs y Microsoft–, obligarte cambiar tu mentalidad de trabajo, conocer a todo tipo de personalidades que vienen a visitar a Ferran o, como es el caso que nos ocupa, trabajar en un proyecto de la mano de Disney. Y es que desde Talentum hemos tenido la posibilidad de realizar planes de comunicación y de marketing para un proyecto que se inaugurará con el lanzamiento de un libro de recetas inspiradas en las películas de Disney, Marvel y Star Wars –tanto en versión física como en e-book–, una app, una web e incluso un espacio televisivo. Hemos pasado del VHS a la realidad de nuestro trabajo. Además, hemos podido ver de primera mano los planes diseñados por las grandes...
¿Multidisciplinariedad? No, que va…

¿Multidisciplinariedad? No, que va…

Una de las mayores ambiciones que tiene Ferran Adrià con elBulliLab es volver a cambiar el mundo. Ya lo hizo en el campo de la gastronomía con su restaurante –que cerró las puertas en 2011 para dejar paso a la trepidante aventura de elBullifoundation– y ahora, ni corto ni perezoso, lo quiere volver a hacer. No ya haciendo magia con alimentos, jugando con técnicas ni experimentando con nuevas tecnologías, sino dando un vuelta de tuerca al universo de las pymes, al sector educativo o al ecosistema emprendedor. Para ello, cuenta con el apoyo de Telefónica que, gracias al programa de becas Talentum, le ha dado la posibilidad de trabajar con 10 jóvenes talentos provenientes de muy diversas disciplinas –en otras palabras, nosotros– para apoyarlo en la consecución de sus más que ambiciosos objetivos. Y en estas nos encontramos, dando el callo, con una mentalidad completamente opuesta a la que teníamos cuando llegamos aquí, listos para aportar nuestro granito de arena. Y es que este es un proyecto de largo recorrido, una carrera de fondo en la que nosotros deberemos pasar el testigo a la siguiente hornada de alocados y apasionados jóvenes que estén dispuestos a asumir este reto. Quizás lleguemos a colocar la primera piedra o quizás solo los cimientos. Pero estamos seguros que cuando pasen unos años y veamos que el trabajo realizado empieza a tener resultados, diremos orgullosos que fuimos los primeros en tirarnos de cabeza a una piscina sin apenas agua. Pero… ¿Y qué estamos haciendo exactamente? ¿En qué “fregados” estamos metidos? Vamos a intentar desgranarlo todo un poco y haceros un breve resumen de todo...
¿Minority report o elBulliLab?

¿Minority report o elBulliLab?

Cuando nos dijeron que cabía la posibilidad de que en un par de meses tuviéramos una máquina de ese calibre en elBulliLab, todos los integrantes del equipo de Talentum quedamos de lo más impresionados e impacientes. No sabíamos muy bien lo que era ni lo que hacía, pero por lo poco que nos habían podido explicar, estábamos impacientes por conocer más. Hasta que una buena mañana nos mandaron por correo una presentación en la que se explicaba con todo lujo de detalles en qué consistía aquella incógnita. Ferran quería saber lo que opinábamos de ello. Estamos hablando del proyecto de VolvoxLabs [VVOX] y Microsoft, un espacio funcional en simplificar el proceso de almacenamiento de información y, al mismo tiempo, una herramienta que ayuda a fomentar el proceso de creatividad colaborativa y el compartir conocimiento dentro de un equipo. Lo primero que hicimos, pues, fue estudiarnos la presentación de cabo a rabo para dar nuestro feedback sobre cómo todo aquel monstruo tecnológico se podía aplicar (o no) en el día a día de elBulliLab. Fue unos días después cuando vino desde Madrid un equipo de Microsoft a presentarnos en persona aquel proyecto casi faraónico. Como ya teníamos cierto conocimiento de causa, fuimos invitados a la reunión, en la que pudimos expresar nuestra opinión enfrente de los ponentes, que lograron convencer a Ferran para que aquel engranaje se pusiera en marcha lo antes posible. Tras todo esto, empezaron las obras de montaje, durante las cuales ciertos miembros del equipo han hecho el seguimiento de tareas, tales como comprobar si el material que llegaba estaba bien, montar mobiliario, integrar la maquinaria, configurar...